SONRISAS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO

 

«La sonrisa es una bienvenida universal». Max Eastman.

 

Hemos recorridos miles de kilómetros, ya casi 20 países y seguimos por más, pero lo cierto es que los lugares son completamente diferentes no por sus paisajes sino por su gente, sus pobladores le dan el toque especial el toque mágico del lugar, donde queda grabado en tu corazón.

Después de tanto recorrido nos dimos cuenta que los verdaderos protagonistas son las personas que habitan el lugar, ellos se encuentran inmóviles, paralizados y cuando estas entrando en su área las miradas te persiguen, sonrisas en sus labios, dejan de lavar su ropa, dejan de barrer las aceras, dejan su actividad para mirarte, observan como estas vestido, como es tu mochila, algunos se sorprenden de que lleves mochila, como son tus rasgos de la cara y quizás para muchos sea la primera vez que vean un extranjero en sus vidas, o los niños gritando “extranjero”, “extranjero” en su idioma. Otro ejemplo, sucedió en el norte de Laos que nos decían “Falange”, “Falange” y todos se daban vuelta. Caminar por esos pueblos donde la gente se quedo en el tiempo, en eso pueblos donde los propios pobladores parecen sacados de un cuento, imposible olvidar sus rostros, sus ojos, sus miradas, sus manos.

Hemos escuchado miles de historias de viajeros que los lugares les han parecido malos, regulares, porque han tenido mala experiencia con las personas, o inclusive cuando los pobladores no hablan inglés, siempre recordamos cuando nos decían -no vallan a China, realmente es un país muy malo porque sus habitantes no hablan mas que chino-, nunca nos pareció una barrera el idioma, las barreras son mentales.

 Es difícil poder entender todas las culturas donde hemos estado, pero si, las tratamos de vivir, sin cambiarle nada, disfrutarlas hace que tu camino sea el indicado. La humanidad ha perdido la esperanza,  generalmente creemos que si se acerca alguna persona es para robarnos o para lastimarnos pero no pensamos si esa persona realmente quiere ayudarnos y antes de que lo haga, le damos la espalda, lo ignoras por el miedo que tu mente genera. Y quizás  así nos perdemos la oportunidad de conocerla. Iluminemos la esperanza de la humanidad , que estos cortos y hermosos momentos no se pierdan en la inmensidad de la vida.

En Filipinas tuvimos experiencias muy enriquecedoras con las personas, al igual que en la mayoría de los países donde hemos estado. Estuvimos en lugares donde la pérdida a causa del Tifón fueron devastadoras, perdieron sus casas, parte de su familia pero aun así no dejan de sonreír o llamarte amablemente «Madam» o «Sir». Ellos te guían, te explican, quieren comunicarse con vos a cambio de una foto o simplemente de compartir momentos contigo.

En conclusión, las personas son una parte muy importante del destino, ellas hacen que el lugar te agrade, que te sientas cómodo, que te lleves contigo los mejores momentos pero también depende de la situación que esta atravesando el viajero, porque sucede que cuando uno esta preocupado o tiene algún problema, no puedas disfrutar ya que tu visión va ser completamente oscura, completamente negativa y así omitirás de conocer estas sonrientes almas que alegran en destino.