Con la realización de Saltarte se enfatizó que la erradicación de la pobreza y la marginalización es parte de un proceso orientado fundamentalmente a ampliar las libertades humanas. La expansión de la libertad mediante la eliminación de aquellos obstáculos que impiden el optar por forma de vidas distintas. Afirmamos además que la gran propulsora de estas ideas y filosofías debe ser la escuela y desde ese lugar elaborar proyectos de desarrollo humano para toda la comunidad.
Originalmente el proyecto se enfocó en brindar posibilidades educativas a comunidades vulnerables, en el caso de la provincia de Salta el sector más desfavorecido lo ocupan las comunidades originarias Wichí.
Se desarrollaron más de 40 talleres artísticos y de oficio con la colaboración de más de 30 voluntarios de diferentes partes del mundo.
El proyecto tuvo una duración de aproximadamente 10 meses y se contó además con la participación de más de 50 voluntarios de todas partes del mundo.
Saltarte fue una experiencia única y sin presentes en modelos de intervención artística en comunidades originarias.
Actualmente se lleva adelante la segunda etapa del proyecto Saltarte 2019.